miércoles, 5 de mayo de 2010

Reflejos del Pasado: Capítulo 5


La hora siguiente fue tan aburrida como todas las anteriores, aunque, siendo el primer día de clase, era normal. Tampoco es que estuviésemos muy atentos, puesto que Mal, que se sentaba justo delante mía, y yo, estábamos todo el rato tirándonos bolas de papel y cotilleando sobre nuestros compañeros, en especial sobre Mel y su grupo de pijas estúpidas. Se rumoreaba que en verano había estado saliendo con Drake.
Y hablando de Drake...no hicimos más que salir de clase, cuando teníamos tiempo libre, cuando le vimos metiéndose con el chico nuevo. Sin siquiera darme cuenta, me enfurecí tanto que me estaba dirigiendo hacia Drake para defender al joven de ojos verdes, pero Mal me sujetó.
- Estate quieta por una vez, ¿quieres? El chico se puede defender solo -¡le saca tres cuerpos y dos cabezas!- y serás la única que acabe mal como vayas allí.
Intenté tranquilizarme, sin éxito alguno, pero dejé de forcejear contra mi amigo para que me soltase. Desde la distancia donde estábamkos se oía a la perfección todas las bromas pesadas que el idiota de Drake le gastaba al chico. Pero él estaba tan tranquilo, como si no pasase nada, como si estuviese acostumbrado, y solamente parecía que tuviese el rostro ligeramente crispado, pero sin alterarse demasiado y sin contestarle. "¿Era siempre tan educado y civilizado?", me pregunté yo, cuando, de repente, dejé de notar las manos de Mal sujetándome: había ido a defender al chico. Y yo no me lo pensé dos veces y corrí detrás suyo, pero para cuando llegué Malcolm ya había conseguido que el estúpido de Drake parase. Y como la gente se empezaba a arremolinar a nuestro alrededor haciendo un corrillo, una voz familiar me pilló de improviso.
- ¿Qué está pasando aquí, Rachelle?
- ¿Qué diablos...? - solté, mientras giraba sobre los talones para ver quién me había asustado - ¡Page!¿Qué haces aquí?
- He venido a buscarte, como siempre. Tenemos tiempo libre, ¿recuerdas? - concluyó, con aire de superioridad, señalando el reloj y con expresión cansada - ¿Qué ha pasado aquí? - repitió.
Vacilé unos momentos y tomé aire, dispuesta a contestarla.

- Problemas con Drake... - resoplé.


- Siempre Drake. ¿Por qué creo que ya se ha metido con alguien?


- No hace falta ser un genio para saber eso.


- ¿Contra quién se ha revuelto esta vez? - preguntó Page, bufando.


- Contra el nuevo ... - concluyó Mandy, la cuál había aparecido detrás mía.


- Estúpido...


- Y tanto, me he tendido que esperar a que Malcolm le calmsae para poder salir de la clase. ¡La puerta estaba taponada con tanta gente mirando! - exclamó Mandy.


- Bueno, aquí ya no pintamos nada...vámonos fuera, ¿queréis?


- Sí claro, será lo mejor...


Compré una bolsa de patatas justo antes de bajarnos al gran patio que había en el internado. Desde el banco donde nos encontrabamos sentadas se podía distinguir todo con total percepción. El nuevo se encontraba en una de las mesas cercanas, solo, mirando a lo lejos.


- Se llama Alexnader, y viene de Los Ángeles - comentó Mandy.


-¿Qué...? - me giré de golpe hacia ella.


- Te has quedado embobada mirándole - siguió Page, como quién no quiere la cosa.


- Solo faltaba que se te cayese la baba.


- Es que...antes nos hemos cruzado y...


- ¿Y?


- Pues...que ahora vengo, chicas.


- Pero...¡Rachelle!


Pero yo ya no las oía. Me había levantadad y ahora me dirigía hacia donde se encontraba Alexander, cuando de repente se repitió lo que había ocurrido anteriormente en el pasillo, como si fuese un flashback. Me paré en seco cuando Drake llegó hasta la posición de Alexander, otra vez a molestarle. Este se levantó, mirándole de arriba a abajo. Malcolm tenía razón: el chico le sacaba dos cabezas por lo menos. Drake parecía estar burlándose de él, y Alexander parecía estar cabreado: estaba cerrando su mano en un puño. La gente volvía a hacer un corro alrededor de los muchachos. Drake había cambiado de estrategia: ahora no paraba de reírse ni de empujar a Alexander, pero este seguía tranquilo.


Fui acercándome más, preocupada por que se pegasen, y me hice paso entre la gente hasta llegar al interior del círculo que se había formado. Alexander cada vez estaba más irritado. Drake cada vez más chulo. La gente simplemente estaba animando para que hubiese pelea. Y la hubo. Drake le pegó un puñetazo a Alexander, y, a partir de ahí, todo fue un mar de golpes, gente y gritos. Vi a Mal en el otro extremo, haciéndose hueco entre la gente para llegar al meollo del problema para sujertar a Drake, mientras yo intentaba separarlos a los dos. No paraba de gritar que parasen, pero el ruido de la multitud enfurecida ahogaba mis palabras. Eso parecía una lucha en un cuadrilatero, y aunque, todo el mundo apostaba que el boxeador ganador podía ser Drake, estaban equivocados. Lo primero que vimos cuando conseguimos separarlos fue a el idiota de turno sangrando de la boca, y, en cambio, Alexander solo estaba ligeramente despeinado."¿Te encuentras bien?", no hacía más que preguntarle al muchacho, pero este solo hacía muecas y se apartaba violentamente de mí.


Poco a poco, la masa de gente fue desapareciendo hasta que solo nos encontramos allí Alexander, Malcolm y yo.


- Chaval...¿te encuentras bien? - le preguntó Mal, con aire de preocupación.


- Si, perfectamente...gracias...


Y acto seguido él también desapareció del patio.

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miércoles, 5 de mayo de 2010

Reflejos del Pasado: Capítulo 5


La hora siguiente fue tan aburrida como todas las anteriores, aunque, siendo el primer día de clase, era normal. Tampoco es que estuviésemos muy atentos, puesto que Mal, que se sentaba justo delante mía, y yo, estábamos todo el rato tirándonos bolas de papel y cotilleando sobre nuestros compañeros, en especial sobre Mel y su grupo de pijas estúpidas. Se rumoreaba que en verano había estado saliendo con Drake.
Y hablando de Drake...no hicimos más que salir de clase, cuando teníamos tiempo libre, cuando le vimos metiéndose con el chico nuevo. Sin siquiera darme cuenta, me enfurecí tanto que me estaba dirigiendo hacia Drake para defender al joven de ojos verdes, pero Mal me sujetó.
- Estate quieta por una vez, ¿quieres? El chico se puede defender solo -¡le saca tres cuerpos y dos cabezas!- y serás la única que acabe mal como vayas allí.
Intenté tranquilizarme, sin éxito alguno, pero dejé de forcejear contra mi amigo para que me soltase. Desde la distancia donde estábamkos se oía a la perfección todas las bromas pesadas que el idiota de Drake le gastaba al chico. Pero él estaba tan tranquilo, como si no pasase nada, como si estuviese acostumbrado, y solamente parecía que tuviese el rostro ligeramente crispado, pero sin alterarse demasiado y sin contestarle. "¿Era siempre tan educado y civilizado?", me pregunté yo, cuando, de repente, dejé de notar las manos de Mal sujetándome: había ido a defender al chico. Y yo no me lo pensé dos veces y corrí detrás suyo, pero para cuando llegué Malcolm ya había conseguido que el estúpido de Drake parase. Y como la gente se empezaba a arremolinar a nuestro alrededor haciendo un corrillo, una voz familiar me pilló de improviso.
- ¿Qué está pasando aquí, Rachelle?
- ¿Qué diablos...? - solté, mientras giraba sobre los talones para ver quién me había asustado - ¡Page!¿Qué haces aquí?
- He venido a buscarte, como siempre. Tenemos tiempo libre, ¿recuerdas? - concluyó, con aire de superioridad, señalando el reloj y con expresión cansada - ¿Qué ha pasado aquí? - repitió.
Vacilé unos momentos y tomé aire, dispuesta a contestarla.

- Problemas con Drake... - resoplé.


- Siempre Drake. ¿Por qué creo que ya se ha metido con alguien?


- No hace falta ser un genio para saber eso.


- ¿Contra quién se ha revuelto esta vez? - preguntó Page, bufando.


- Contra el nuevo ... - concluyó Mandy, la cuál había aparecido detrás mía.


- Estúpido...


- Y tanto, me he tendido que esperar a que Malcolm le calmsae para poder salir de la clase. ¡La puerta estaba taponada con tanta gente mirando! - exclamó Mandy.


- Bueno, aquí ya no pintamos nada...vámonos fuera, ¿queréis?


- Sí claro, será lo mejor...


Compré una bolsa de patatas justo antes de bajarnos al gran patio que había en el internado. Desde el banco donde nos encontrabamos sentadas se podía distinguir todo con total percepción. El nuevo se encontraba en una de las mesas cercanas, solo, mirando a lo lejos.


- Se llama Alexnader, y viene de Los Ángeles - comentó Mandy.


-¿Qué...? - me giré de golpe hacia ella.


- Te has quedado embobada mirándole - siguió Page, como quién no quiere la cosa.


- Solo faltaba que se te cayese la baba.


- Es que...antes nos hemos cruzado y...


- ¿Y?


- Pues...que ahora vengo, chicas.


- Pero...¡Rachelle!


Pero yo ya no las oía. Me había levantadad y ahora me dirigía hacia donde se encontraba Alexander, cuando de repente se repitió lo que había ocurrido anteriormente en el pasillo, como si fuese un flashback. Me paré en seco cuando Drake llegó hasta la posición de Alexander, otra vez a molestarle. Este se levantó, mirándole de arriba a abajo. Malcolm tenía razón: el chico le sacaba dos cabezas por lo menos. Drake parecía estar burlándose de él, y Alexander parecía estar cabreado: estaba cerrando su mano en un puño. La gente volvía a hacer un corro alrededor de los muchachos. Drake había cambiado de estrategia: ahora no paraba de reírse ni de empujar a Alexander, pero este seguía tranquilo.


Fui acercándome más, preocupada por que se pegasen, y me hice paso entre la gente hasta llegar al interior del círculo que se había formado. Alexander cada vez estaba más irritado. Drake cada vez más chulo. La gente simplemente estaba animando para que hubiese pelea. Y la hubo. Drake le pegó un puñetazo a Alexander, y, a partir de ahí, todo fue un mar de golpes, gente y gritos. Vi a Mal en el otro extremo, haciéndose hueco entre la gente para llegar al meollo del problema para sujertar a Drake, mientras yo intentaba separarlos a los dos. No paraba de gritar que parasen, pero el ruido de la multitud enfurecida ahogaba mis palabras. Eso parecía una lucha en un cuadrilatero, y aunque, todo el mundo apostaba que el boxeador ganador podía ser Drake, estaban equivocados. Lo primero que vimos cuando conseguimos separarlos fue a el idiota de turno sangrando de la boca, y, en cambio, Alexander solo estaba ligeramente despeinado."¿Te encuentras bien?", no hacía más que preguntarle al muchacho, pero este solo hacía muecas y se apartaba violentamente de mí.


Poco a poco, la masa de gente fue desapareciendo hasta que solo nos encontramos allí Alexander, Malcolm y yo.


- Chaval...¿te encuentras bien? - le preguntó Mal, con aire de preocupación.


- Si, perfectamente...gracias...


Y acto seguido él también desapareció del patio.

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